viernes, 24 de julio de 2015

NO PROFANEN MI ESPACIO




Los años han mermado mi fructífera fantasía, para apegarse cada vez más a la realidad. Mi mente ya no imagina como antes, sin embargo, existe un lugar que me provoca, y hace que retome esa antigua costumbre de perderme en suponer, y supongo lo uno y lo otro, lo posible y  lo imposible, y lo propio y lo ajeno.
Un día de otoño, paseando con mi perro Trasto, descubrí, por casualidad, el espeso seto. Poblado de ramas desnudas, acunaba y protegía un cubículo interior cubierto de hojas amarillentas. Una pequeña abertura lateral invitaba a penetrar en él. Mi imaginación no podía resistir tal provocación, y mentalmente me trasladé a mis años jóvenes, y, como entonces, comencé a figurarme momentos y situaciones. ¡Hurra! ¡Qué sitio tan especial!  Perfecto para robarse los primeros besos, las primeras intimidades! Y me perdí en ese pensamiento e hice mío el lugar.
Trasto y yo vimos pasar la lluvia, el frío, la nieve, las mimosas floridas en febrero que tanto me gustan, y por fin los primeros brotes que en pocos días inundaron de hojas las ramas del seto.
Sonreí al comprobar que con la primavera también había llegado la primera pareja a él. Por la pequeña abertura vislumbré que estaban sentados el uno frente al otro, con las cabezas muy juntas, la chica me daba la espalda. Se estarán arrullando, me dije. Ella se separó, levantó el rostro y lanzó el humo hacia arriba. ¡Vaya!, que desilusión, están fumando, y casi al instante un olor inusual me castigó el olfato. No es tabaco lo que fuman. No, eso si que no, no quiero que rompan mi sueño, ni que profanen mi espacio.
Llamé a Trasto que andaba husmeando por los alrededores, y le lancé la pelota hacia donde ellos estaban. El perrito corrió ladrando para recuperarla. Creyeron que iba a morderles y se marcharon a toda velocidad.

Desde entonces Trasto y yo tenemos una función diaria que cumplir: vigilar.

sábado, 20 de junio de 2015

CUENTO INFANTIL ILUSTRADO





EPISODIO PRIMERO


ADEMÁS DE ENTRETENER, EL LIBRO TRATA DE POTENCIAR EN EL NIÑO LOS JUEGOS TRADICIONALES, EL INTERÉS POR LA LECTURA Y QUE APRENDA A VALORAR LO QUE TIENE.
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martes, 31 de marzo de 2015

EL PODER DE LA BONDAD

EL PODER DE LA BONDAD
(A la memoria de Sofía, un alma buena)

Ella, la protagonista, acostumbraba a llevar en el bolsillo del mandil un coscurro de pan, higos secos, castañas, o cualquier otro alimento que para Canito supusiese una golosina.
Él, el empleado de la finca, no se separaba nunca de su vardasca. La había elegido  con esmero, cuidando de seleccionar la más correosa y flexible. Con ella entre las manos se sentía poderoso, y su mísero espíritu disfrutaba utilizándola con saña sobre el manso animal.
Harto ya de  tantos golpes, ese día Canito, sin parar de moverse, se negó a que el empleado le aparejara, y, ante tal negativa, el bruto agarró su vardasca dispuesto a  descargarla sobre el mulo, el cual, para evitar la somanta de palos que se le avecinaba, escapó trotando. El empleado lo alcanzó junto a la valla del lindero. Zis zas, rugía la vardasca cortando el aire; pum, pum, disparaba Canito sus patas traseras. Preñado de rabia el bruto embestía cada vez con más fuerza, y cada vez Canito esquivaba los golpes y coceaba con celeridad. En uno de los envites una pezuña rozó la nariz del bruto y  cayó al suelo. Acudieron en su ayuda los labradores de las fincas colindantes, que, a pesar de los esfuerzos, tampoco consiguieron doblegar al animal.
Llevada por un pálpito extraño que le recorrió el cuerpo, ella enfocó la mirada hacia lo lejos, y al instante se percató de lo que ocurría. Instintivamente se palpó los bolsillos del delantal para asegurarse de que llevaba provisiones, y con paso sereno se dirigió al cercado
Canito, tranquilo, no pasa nada, tranquilo, le repetía. Su presencia y su voz que emanaban dulzura, eran como drogas tranquilizantes que calmaban al mulo. Mientras le hablaba y acariciaba con la mirada, con una mano buscó el coscurro de pan en el bolsillo del delantal, y con la otra le cosquilleaba la testa a la altura de los ojos, y, ante el asombro de los hombres, el mulo se rindió.
Ahora ella era ya  la dueña de la voluntad de Canito.
Quien en esta vida reparte palos, es probable que algún día reciba coces.

domingo, 8 de marzo de 2015

TESTAMENTO FEMENINO






  En cualquier lugar del planeta a 8 de marzo de 2015


LAS MUJERES DE MI COSECHA QUEREMOS DEJAR CONSTANCIA, Y LEGAR A LAS GENERACIONES FUTURAS, LO QUE HEMOS CONSEGUIDO CON NUESTRA LUCHA  EN POS DE NUESTROS DERECHOS Y LIBERTADES A LO LARGO DE LOS AÑOS, Y POR TAL MOTIVO TESTAMOS QUE:

PRIMERO.- Que la lucha no la empezamos nosotras, sino que otras, concienciadas de las diferencias existentes entre hombres y mujeres, tímidamente ya la habían iniciado, pero  tomamos el relevo con tal fuerza y nos implicamos tanto en la tarea, que jamás, a pesar de que aún falta mucho camino por recorrer,  se había visto en toda la historia de humanidad tal empuje y logros.

SEGUNDO.- Que los hombres no han sido ni son nuestros enemigos, sino nuestros compañeros de viaje; muchos son los que, con el sentido de la justicia desplegado en sus corazones, nos han acompañado por trochas y veredas espinosas.

TERCERO.- Que no criticamos ni menospreciamos a la mujer que optó u opta en la actualidad por quedarse en casa, para seguir realizando la labor asignada desde hace siglos, y esperamos que el hombre sepa valorar tan grande entrega a la familia.

CUARTO.-  Que muchas de nosotras antes de emigrar, trabajaron en el campo, y una vez en la ciudad, sin desatender su casa y su familia, lo hicieron en fábricas y talleres, limpiando casas u oficinas, cuidando ancianos o enfermos, en oficinas, hospitales, tiendas, o en cualquier otro oficio o profesión que les permitiera aportar un salario al hogar.  

QUINTO.- Que también muchas, con espíritu de superación y conscientes de su deficiencia, encontraron, además, tiempo para la lectura y  el estudio, tratando de subsanar la anemia cultural  provocada por la falta de alimento que en su día les negaron.

SEXTO.- Que con nuestra independencia económica en el bolsillo, nos hemos permitido pedir el divorcio cuando nuestro compañero no ha sabido o no ha querido, que caminemos juntos en la misma aventura.

SÉPTIMO.- Que nos atrevemos a denunciar cuando un hombre no sabe hacer honor a su sexo.

OCTAVO.- Que hemos aprendido a ser esposas, compañeras y amantes, reclamando nuestro derecho a disfrutar de la sexualidad plenamente.

NOVENO.- Que podemos ser feministas sin dejar de ser femeninas.

 DÉCIMO.- Que muchas, aun trabajando fuera de casa, hemos ejercido y seguimos ejerciendo de madres (bendita labor), de hijas y de abuelas, todo ello al mismo tiempo. Seguimos siendo nosotras, las que cuidamos a nuestros padres en la vejez, pues parece que todavía la sociedad actual sigue pensando  que dicha función le corresponde a la hembra y no al varón. En este último campo queda mucho aun por labrar. 

PEDIMOS A NUESTROS JÓVENES, TANTO HOMBRES COMO MUJERES, QUE ACEPTEN EL LEGADO, Y QUE NO LAPIDEN LA HERENCIA  QUE LES TRANSMITIMOS, SINO QUE LA INCREMENTEN, QUE SIGAN CON LA LUCHA INCRUENTA HASTA CONSEGUIR EN TODOS LOS CAMPOS LA IGUALDAD ENTRE AMBOS SEXOS, Y QUE NO OLVIDEN DE DAR SU APOYO A AQUELLAS MUJERES QUE VIVEN EN PAÍSES EN LOS QUE LA DESIGUALDAD ES TAN GRANDE QUE DUELEN COMO PROPIA.


                                                                       Firmado:

                                               UNA MUJER


martes, 28 de agosto de 2012

EL CORDÓN UMBILICAL

—Señorita, por favor.
—¿Dígame?, ¿que desea?—le dijo con voz afable.
—¿Me puede decir donde me encuentro?, y… ¿que hago aquí?
—Está recuperándose, supongo—contestó ella a la segunda pregunta, y, esquivando la primera, le preguntó: ¿es que no le cuidan bien?
—Sí, sí, me atienden perfectamente.
—¿Entonces? ¿Cual es el problema?
 —No tengo libertad, me siento secuestrado, y yo quiero tener libertad plena para todo, y entrar y salir cuando me apetezca. Necesito ir a casa de mi madre y comprobar que se encuentra bien, además, seguro que mi familia no sabe donde estoy y me estarán buscando. ¿Sería tan amable de llamarles por teléfono?
La mujer que le escuchaba pensó: “este anciano, que debe rondar los noventa años, de modales educados y expresión amorosa, se preocupa por su madre. Siempre la madre, rara vez el padre, aunque haya sido un padre ejemplar. ¿Es que el cordón umbilical jamás se rompe? ¿Qué sucede con aquellos que, por la razón que sea, nunca conocieron madre? ¿Es posible que su yo, el inconsciente, el enigmático, ese para el que la medicina no tiene explicación, deambule toda la vida tratando de encontrar el extremo de su cordón umbilical para aferrarse a el?

viernes, 25 de mayo de 2012

MI AMIGA



Hoy, ayer y anteayer

he vagado por las paredes de mi casa,

he tenido la visita del aire nuevo,

de la luz nueva y vieja de cada día,

me han saludado mis muebles,

mis libros y mi ordenador

con los que he tenido grandes disertaciones,

el frigorífico me ha regalado agua fresca y alimentos

que el gas me ha ayudado a cocinar,

el suelo ha cantado y contado mis pasos,

 la cama me ha mecido y acunado mis sueños,

 y el teléfono respetó el silencio.

Mi amiga “soledad” no habla.




domingo, 11 de diciembre de 2011

ROMANCE DE LA BELLA EN MISA (del Romancero viejo)

(Ahora que estoy inmersa en la literatura medieval, no he podido evitar insertar este romance)
En Sevilla está una ermita,
cual dicen de San Simón,
adonde todas las damas
iban a hacer oración.
Allá va la mi señora,
sobre todas la mejor:
saya lleva sobre saya;
mantilla de un tornasol;
en la su boca muy linda
lleva un poco de dulzor;
en la su cara muy blanca
lleva un poco de color,
y en los sus ojuelos garzos
lleva un poco de alcohol,
a la entrada de la ermita
relumbrando como un sol.
El abad que dice misa
no la puede decir, non;
monaguillos que le ayudan
no aciertan responder, non;
por decir “amén, amén”
decían “amor, amor”.

domingo, 27 de noviembre de 2011

QUIERO QUE ME QUIERAN ASÍ

 
   Levantó la vista del libro que estaba leyendo y llenaba sus largas horas de hospital, giró lentamente la cabeza hacia la derecha y sus ojos, que no buscaban nada en concreto, se detuvieron en la habitación situada enfrente al otro lado del pasillo. Ambas tenían la puerta abierta. 
   Inclinado sobre la anciana que reposaba en la cama, el joven la acariciaba el rostro, apartando con delicadeza el rebelde mechón blanquecino que le caía sobre la frente. Se inclinó un poco más como si quisiera susurrarla algo al oído. 
   No era adecuado mirar con tanta insistencia, e intentó seguir con la lectura. Imposible, la escena la había atrapado por completo, así que optó por alejarse. Después del paseo por el largo pasillo la escena de ternuras y mimos continuaba, igual que cuando regresó de la cafetería.
   Su mirada era ahora descarada. Con disimulo se acercó a la puerta de la habitación, y preguntó:
-¿Es su abuela?
-No, pero como si lo fuera, mi abuela, mi madre, mi tía, mi amiga... todo, lo es todo para mí.
-Aunque no me oiga, quiero felicitarla, porque para que la quieran así, debe de haber sido una maravillosa y bella persona.
Y pensó, "quiero que me quieran así". 

sábado, 19 de noviembre de 2011

EL ÁNGEL DE MI AMIGA


                            (Para Charo)
Dicen que los ángeles están en el cielo, pero una amiga mía me aseguró que no, que están entre nosotros. Y me contó como se les puede descubrir.
-Son muy, muy tiernos.
-Son la espontaneidad personificada.
-Son de mirada clara.
-Son capaces de inspirarnos la mayor de las dulzuras.
-Son amor en grandes dosis.
-Son ingenuos, sin maldad.
-Son muy agradecidos a cualquier muestra de cariño.
-Son sinceros, desconocen la hipocresía.
-Son risa.
-Son de personalidad muy  especial.
-Son un poco misterio.
Y son muchas cosas más.

Mi amiga conoció a uno, y aunque no era suyo, ella le disfrutaba como si lo fuera. 
Pero su ángel no entendía este mundo, y un día decidió dormirse para siempre.

martes, 15 de noviembre de 2011

LABORES II


                                     ...continuación
Ahora estoy centrada en tejer y tejer, lo mismo que antes lo estuve con los cojines de punto de cruz, los manteles de la Lagartera y el croché. Confeccioné tantos que ya no sabía a quien regalárselos.
Siempre me ha cundido la faena, porque me marcaba y me sigo marcando la tarea diaria, y hasta que no la termino no me voy a la cama, sino no puedo dormir. Mientras contaba las cruces, los hilos y ahora las vueltas, como no puedo distraerme, no pienso en otra cosa. “Dos del revés, dos del derecho”. “Cinco cruces en color amarillo y diez en color rojo”. “Ahora dos puntadas para arriba, después tres para abajo”.Contar, contar, coser, tejer, y mirar el modelo para no equivocarme, aunque, a decir verdad, algunos ya me los sé hasta con los ojos cerrados. Me da mucha rabia si lo hago mal, después tengo que deshacer lo hecho y volver a empezar, y con todo ello pierdo tiempo.
Cinco vueltas en color naranja.
...
Tres vueltas en color marrón.
...
Otras cinco vueltas en color naranja.
...
Creo que le gustará la rebeca, son colores que la he visto muy a menudo en la ropa que lleva.
...
 ¡Ay! Ya me equivoqué. ¡Dios mío! ¡Dios mío! A ver… he hecho dos vueltas mal, eran del derecho y las hecho del revés. Ahora a deshacerlo y hacerlo de nuevo. ¡Con el retraso que llevo! ¡Si este punto de arroz me lo sé de memoria, lo he hecho cien veces! No entiendo como me he podido equivocar de esta manera. Soy una despistada, al final va a ser verdad que, como decía mi marido, no sirvo para nada.
Bueno, intentaré ir mas deprisa y así recuperaré el tiempo que malgaste en desbaratarlo.
           Me ha comentado la asistente social que, cuando vuelva de las vacaciones, puedo salir a la calle, a pasear con una de mis compañeras de piso, pero yo le he dicho que no, más adelante, cuando...
           De momento necesito tiempo, tengo mucho que tejer, por ahora no puedo, no puedo…