Desde este pozo de nieve en que me encuentro
y con este nudo gordiano que me quiebra hasta los huesos
he lanzado un SOS a tus mañanas,
y lo he hecho con la fuerza de Eolo
con la pujanza del mar, y la voluntad del sol.
No te he visto en mi brocal
no se ha colmado el aguardo.
El eco me ha devuelto la llamada
y me he quedado con la boca seca
con la llama apagada
con el alma descalza
y lo que es peor…