sábado, 30 de julio de 2011

DESCUBRIENDO

El fuerte viento que soplaba de frente retardaba sus pasos. En el suelo, boca arriba, un polluelo de gorrión que el aire había arrancado del nido, tratando de darse la vuelta, movía desesperado sus patitas.
Lo cogió y acurró en sus manos, y al instante expiró, dedujo entonces, que el pataleo de hacía unos momentos eran los estertores de la muerte.
-Abuela, ¿lo puedo tocar?
-Claro, mi niño, y cogerlo también.
-Le voy a cuidar y dar de comer.
-No puedes, cariño, está muerto.
El niño no entendía muy bien lo que su abuela le decía, por eso, cuando llegaron a casa le guardó en una caja. Al día siguiente al levantarse fue a buscar al pajarito y no lo encontró, su abuela lo había hecho desaparecer.
-Pero yo quería cuidarle.
-Ya te dije, mi niño, que estaba muerto.
-¿Y ya no come?
-No, ya no come, ya no hace nada, y si lo dejamos en la caja pronto olerá mal.
El niño se quedó pensando unos momentos.
-Abuela, me gustaría volar.
-¿Para ver el mundo desde arriba?
-Sí, y por más cosas. No me quiero morir
Intentando comprender lo que el nieto había querido decir, la que meditaba ahora era la abuela.
-¿Quieres volar para huir de la muerte?
-Eso es, abuelita, porque si vuelo muy rápido no me puede alcanzar, que yo no me quiero morir nunca.
La abuela le atrajo hacia su pecho, le acarició la cabeza y le estampó un beso.

jueves, 28 de julio de 2011

FELIZ CUMPLEAÑOS, DULCE NIÑA

Un amigo mío acostumbra el día de su cumpleaños a telefonear a su madre, para darla las gracias por haberle regalado la vida.
Yo también quiero que le des las gracias a la tuya, y le felicites, porque contigo le salió bordada la faena, ya que eres una persona:
· Que desborda sensibilidad y riqueza de sentimientos.
· Que tiene el alma bella, llena de ternura y bondad.
· Que sabe transmitir amor.
· Que sabe escuchar.
· Que tiene fuerza de voluntad para superar los escollos importantes que la vida le pone en el camino.
· Que no sabe ocultar las emociones porque sus ojos claros la delatan.
· Que sabe envolvernos dulcemente con su amistad.
· Que sabe reír y llorar en primer grado, lo cual, aunque no lo parezca, no es fácil.
· Que cuando la hieren le duele, y mucho, pero no sabe de venganzas ni amasa rencores.
· Que, que…, llenaría varias páginas con “ques” positivos.

Felicidades, dulce niña, me gustaría estar cerca de ti para darte un fuerte abrazo,  pero como no lo estoy, te envío esta flor desde mi tierra verata.
Gracias por buscar mi amistad, y sé feliz.