domingo, 12 de diciembre de 2010

MIS DÍAS EN PALACIO (X)


¿Qué os parece  ver y escuchar gratis o por una mínina cantidad de dinero, a un experto violinista tocar el Ave María de Schubert o cualquier otra maravillosa composición?
El viernes, al salir de trabajar, en uno de los pasillos del metro, lo encontré. No pude pasar de largo, ni yo ni otras personas, nos quedamos a una distancia prudencial para escucharle. Una de ellas sacó el móvil, marcó un número y  lo acercó un poquito al violinista, para que la persona a quien había llamado por teléfono lo escuchara también.
Traté de imaginarme que sentiría el maestro (a mí me pareció que lo era), si tuviera la oportunidad de poder acariciar y tocar uno de los Stradivarius del Palacio Real, que conserva y expone al público, la mejor colección del mundo de estos mágicos instrumentos.
Están todos en perfecto estado, y, aunque en contadas ocasiones, se utilizan para los conciertos que se dan en el Salón de Columnas. Los empleados de Patrimonio fuimos invitados a uno de ellos, pero, sintiéndolo mucho, no puede asistir. No creo que se me presente otra ocasión.