Fundió las rejas del hambre,
de la miseria enquistada en sus estómagos,
en sus miradas, en sus manos,
en sus pies cansados de buscar en la nada
durante siglos.
Y les dijo: “Levantaos y andad”.
Tan sólo tengo mis brazos,
mis piernas, mi corazón,
mis ojos, mi voz, mi entusiasmo,
mi amor, y mi voluntad.
Escuchó su voz el agua,
el sol, la tierra, y el viento,
que, raudo cual cartero diligente,
repartió el mensaje.
que, raudo cual cartero diligente,
repartió el mensaje.
Despertaron las almas dormidas.
Una dijo: estoy aquí,
y yo, y yo, y yo también…
Todos los descastado se sintieron lázaros.
Es preciosa Emi, me dejas sin palabras...
ResponderEliminarEs un maravilloso homenaje a Vicente Ferrer.
Ojala este año la candidatura presentada oficialmente por España, para solicitar el Premio Nobel de la Paz, llegue a buen puerto y de una vez le sea otorgado a su Fundación.
Muchos besos, querida amiga.
No conocia a Vicente Ferrer, pero chequeare algo de el en el internet.
ResponderEliminarun saludo
Él sí que fue un santo. Descanse en paz.
ResponderEliminarSaludos.
El mundo esta necesitado de muchos Vicentes Ferrer,
ResponderEliminarUn beso.
Que surta efecto la invitación a despertar y salgan Lázaros al ciento por uno. Un abrazo.
ResponderEliminarUn bonito homenaje a Vicente Ferrer, un hombre de fe y gracias a ella, repartió lo más grande que ser humano pueda conocer.
ResponderEliminarBesos.
QUE BONITO POEMA, MUY SENTIDO Y PROFUNDO. SE LO HAS DEDICADO A ALGUIEN DE FE.
ResponderEliminarES BUENO SENTIR GRATITUD HACIA LAS PERSONAS QUE HA DESPERTADO NUESTRA SENSIBILIDAD.
UN BESITO QUERIDA AMIGA