Cuando era residencia de los reyes (incluso algunos años después), las personas a su servicio nacían y vivían en la cuarta y última planta de Palacio. He conocido a una de ellas que se ha jubilado hace poco.
Por razones de seguridad, el oficio o profesión pasaba de padres a hijos, por lo que había familias enteras que vivían y trabajaban dentro de sus muros. Todavía hay varias en la que la mayoría de sus miembros trabajan aquí.
Una parte de estas casas hoy son oficinas, y el resto están cerradas desde años, pero todas ellas conservan el número en la puerta. Visitando los despachos, se puede deducir, por sus dimensiones, cuales pertenecían al personal más cualificado y cuales a los menos, pues no tenía la misma casa un jardinero que un escribano.