Tu compañía fue como el invierno
tiempo oscuro, de sopor y de dormir
mágica droga que me impidió seguir
trillando la mies de mi fuero interno.
Arrullada por ese canto tierno
de ella no se me ocurría prescindir
y la cerradura no intentaba abrir
de trampa sujeta con fuerte perno
Ahora que ya comienzo a despertar
librada de tu espesa celosía,
siento la vida cada luna avivar.
Quiero atrapar mi pasada alegría
quiero de nuevo volverla a encontrar
quiero, sin ti, vivir la vida mía.