martes, 28 de agosto de 2012

EL CORDÓN UMBILICAL

—Señorita, por favor.
—¿Dígame?, ¿que desea?—le dijo con voz afable.
—¿Me puede decir donde me encuentro?, y… ¿que hago aquí?
—Está recuperándose, supongo—contestó ella a la segunda pregunta, y, esquivando la primera, le preguntó: ¿es que no le cuidan bien?
—Sí, sí, me atienden perfectamente.
—¿Entonces? ¿Cual es el problema?
 —No tengo libertad, me siento secuestrado, y yo quiero tener libertad plena para todo, y entrar y salir cuando me apetezca. Necesito ir a casa de mi madre y comprobar que se encuentra bien, además, seguro que mi familia no sabe donde estoy y me estarán buscando. ¿Sería tan amable de llamarles por teléfono?
La mujer que le escuchaba pensó: “este anciano, que debe rondar los noventa años, de modales educados y expresión amorosa, se preocupa por su madre. Siempre la madre, rara vez el padre, aunque haya sido un padre ejemplar. ¿Es que el cordón umbilical jamás se rompe? ¿Qué sucede con aquellos que, por la razón que sea, nunca conocieron madre? ¿Es posible que su yo, el inconsciente, el enigmático, ese para el que la medicina no tiene explicación, deambule toda la vida tratando de encontrar el extremo de su cordón umbilical para aferrarse a el?

5 comentarios:

  1. Buenas,

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    Saludos

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  2. Hola Emi...

    ¿Entro aquí y me encuentro con que mi escritora preferida no escribe en su blog hace meses?

    Supongo que será por falta de tiempo. No abandones tu blog. Yo al mío lo abandoné hace tiempo y algún día me lo echará en cara,

    Me ha gustado tu último escrito, tanto o más que siempre...

    Perdona si te has sentido abandonada por mí, como mi pobre blog; he estado demasiado liada y bastante perdida, al mismo tiempo.

    Un beso fuerte. :)

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  3. Muy bonito e interesante. Me parece una analogía entre el principio y el final de la vida del ser humano. A manera de elegía, me gustaría expresar que esa intangible unión entre una madre y el ser que engendra en su ser, es una sublime muestra de la capacidad de amor que es capaz de prodigar y motivar ese ser divino que algunos no tuvimos la suerte de tener y que se llama MADRE. Por eso ese nexo,,, jamás se rompe. Felicidades Emi..

    Un abrazo,

    Oscar.

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  4. Me parece que tienes un blog bellísimo. Siempre he envidiado a los que saben escribir tan bonito. Ya me he hecho seguidora, y te 'vigilaré' de vez en cuando. Sigue escribiendo cosas tan bonitas. ¡Da gusto leerte!
    ¡Enhorabuena por el blog!
    Besazos
    Ana Cures, profe de Matthew.

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  5. Que real tu relato querida amiga, me ha conmovido, te seguiré cuando pueda.
    Un abrazo.

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