Tendemos por costumbre los humanos
rondar, anticiparnos a los hechos
saturando nuestros huesos y lechos
de presagios venideros malsanos.
El insomnio cosido entre las manos
y el ansia oprimiéndonos los pechos
cansados, tristes, lasos y maltrechos
empleamos los días en quejarnos.
¡Ay! ¡Que vida, ni con los ojos puedo!
¡Ni siquiera tomar un alimento¡
Lamentamos furiosos con denuedo
¡No a la imaginación en movimiento!
Pues no nos sirve dar vueltas al ruedo
Precioso Jara...
ResponderEliminarrealmente precioso =)
Buen soneto Jara, sabio, profundo y muy verdadero.
ResponderEliminarAbrazos
Jara es un poema muy bonito, precioso, pero si lo has escrito en estos días me da la impresión de que estás un poco deprimidilla ¿Me equivoco?
ResponderEliminarUn beso muy fuerte.
Antonella, me produjo mucha satisfacción comprobar que, apenas colgada mi entrada, apareciera tu comentario.
ResponderEliminarMiuris, como siempre, tú ahí, con tus palabras bonitas.
Alicia, gracias por tu interés, pero no, no estoy deprimida, simplemente estuve hablando con una compañera sobre la anticipación y me surgió la idea del soneto. No paré en todo el día hasta que lo terminé.
Muchas gracias y muchos abrazos a les tres.
Jara