miércoles, 2 de febrero de 2011

CONFESIÓN INESPERADA

Todavía me siguen enamorando sus ojos, y lo seguirán haciendo, si es que ello fuese posible, por toda la eternidad. Ojos llenos de grandeza, por los que se le cuelan hasta los pensamientos, que yo, gozoso, recojo, como lo haría un buscador  de oro al encontrar pepitas en su batea.
¡Qué fácil resulta todo ahora con ella! Sólo hay que mirarla para saber si está  enfadada, alegre, triste…, o si el cansancio le  ha colonizado hasta la mirada.
Pero entonces, aquel día del mes de julio, yo andaba más encogido que un girasol después de la puesta del sol, o un papel de papelera estrujado. Cuando me citó en su casa para que escogiera los libros que me apeteciese, las piernas me temblaban más que un junco zarandeado por el viento.
No divisé disgusto ni reproches en su expresión cuando no supe estar a la altura del buen hacer de un hombre, pero no podía dejar pasar el momento sin una explicación. Mi vergüenza era tal, que tuve que hacer un formidable esfuerzo para aflojar las palabras agarrotadas en mi garganta.
—Es la primera vez que estoy con una mujer.
Meditó unos momentos, y extrañada me preguntó:
—¿Cómo es eso posible a tus treinta y cinco años?
—Hace poco que dejé de ejercer de cura. ¿Quieres ser mi maestra?

7 comentarios:

  1. Ultimamente tus escritos rebosan sensualidad por los cuatro costados...

    Vamos que si tú te pones dejas corta a Danielle Steell, Amanda Quick y a Nora Roberts, en novela romántica.

    Hay gente que este tipo de literatura le parece una especie de subgénero rosa para mujeres, pero reconozco que a mí me gusta. A veces una novelita de este tipo te engancha y ayuda a olvidarte de los problemas del día a día.

    Creo que muchos de los temas que estás incluyendo en el blog los podías desarrollar y hacer de ellos unas agradables novelas, aunque no sean demasiado largas. Tus argumentos son muy buenos y tu exposición genial.

    Un besito.

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  2. Ui, aveces la vrguenza puede hacernos perder grandes oportunidades, yom tambien quiero ser su alumno.

    saludos

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  3. Un bonito relato, y con una inesperada sorpresa. Muy bien escrito, y con la brevedad justa.
    Un beso.

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  4. Si, el final me ha sorprendido, si.

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  5. Bonito relato, final inesperado. un abrazo

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  6. Breve, directo, perfectamente escrito, con estilo, sensible, amoroso y con final magnifico. Me ha gustado mucho.
    Un abrazo.

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  7. Si. Me gusta como lo cuentas.

    Volveré a leerte.

    Saludos.

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